El valor del tiempo

La semana pasada dejé abierto hablar sobre el valor del tiempo y cómo afecta éste a la cadena logística. Y acabé con una pregunta al aire: ¿Como crees que se transportan las mercancías perecederas? La respuesta mayoritaria ha sido que la mercancías perecederas se transportan en vehículos o contenedor refrigerados. Lamentándolo mucho, que esta sea la respuesta mayoritaria no hace sino reafirmar que la logística es una gran desconocida. Un gran economista dijo que no podemos ponernos a nosotros mismos como el cliente tipo. En este caso pasa lo mismo. Cuando uno piensa en perecederos, piensa en aquella mercancía que se nos estropea en casa y ésta suelen ser los alimentos frescos.

En casa, vale. Pero en logística ésto no es así. Un producto perecedero en logística es aquel que pierde valor con el tiempo y que por tanto su probabilidad de venta se reduce con el tiempo. Un producto que no se vende no vale nada y por lo tanto, es coste puro. Un drama. ¿Qué productos hay de este tipo? Hay muchos: los alimentos frescos suelen ser perecederos, aunque curiosamente hay algunos que tienen una vida útil enormemente grande, que casi lo hace no ser perecederos a efectos del transporte. Por ejemplo: los ajos duran más de 6 meses, lo limones o las zanahorias, más de 5, los rábanos, casi un año… Son productos refrigerados pero que su tiempo de vida es enormemente alto y el tiempo de transporte casi no les afecta. En el otro lado de la balanza están las fresas (10 días), la frambuesa (4-5 días) o los champiñones frescos, entre otros muchos. Todos tenemos una idea de lo que nos dura en casa un alimento. Es más, hay frutas que maduran fuera de la planta, por lo que puede que, durante un tiempo, no pierdan valor. Por ejemplo los plátanos, que tardan unas 3 semanas en madurar fuera de la planta y luego aproximadamente otras 3 semanas para estropearse. En las primeras 3 semanas de este ciclo, los plátanos no pierden valor, pero cuando en un supermercado un plátano se empieza a poner negruzco, ya no se vende (el que no haya rebuscado, que tire la primera piedra). Entonces es coste puro.

Pero hay otros muchos productos que pierden valor con el tiempo. Los móviles van perdiendo valor con el tiempo y en unos 3 meses desde su lanzamiento, ya tienen que ponerse en oferta. Al año, han perdido mucho de su valor. La ropa de moda rápida (invento de Inditex), tiene un ciclo de venta enormemente rápido, de 3-4 semanas. Si en ese plazo no se vende, va a ofertas, perdiendo, también, parte de su valor. O aquellos productos que se ponen de moda temporalmente, como aquellos spinners que tanto se pusieron de moda hace unos años y que se vendían por un buen dinero pero que ahora mismo no valen nada. Estos productos no son refrigerados, pero son perecederos y mucho. Por ejemplo, los móviles y los limones tienen más o menos el mismo tiempo de vida útil en tienda…

Además hay productos que se transportan con frío y que no pierden valor con el tiempo. Los alimentos congelados tienen una vida útil de años, que los hacen ser muy resistentes al tiempo o también algo menos doméstico, como el gas o ciertas mercancías peligrosas que requieren refrigeración por seguridad.

Así, que, los productos pueden dividirse en dos categorías, en función de si dependen del tiempo o dependen de la temperatura, según esta gráfica:

Así que, ¿cual era la respuesta correcta a la pregunta de la semana pasada? Pues teniendo en cuenta que perecederos son aquellos productos que pierden valor con el tiempo, éstos pueden transportarse en cualquier medio de transporte, pues es la dependencia con la temperatura, no con el tiempo, la que hace que sea refrigerado.

En cualquier caso, el tiempo siempre es un factor clave para la decisión de la ruta correcta de la cadena logística. Pero, al contrario del pensamiento genérico, la velocidad no siempre es un valor en la cadena. El tiempo, realmente no es sólo la duración del transporte. Realmente afecta de tres formas diferentes:

a) Tiempo de tránsito: el tiempo de tránsito es el tiempo que tarda una mercancía desde que sale hasta que llega a su destino. Desde Asia a Europa, unos 30 días. Desde Sudamérica, unos 15 días, etc… ¿Como afecta este factor? Pues este factor sólo afecta a aquellas mercancías perecederas, reduciendo el valor de la carga. A veces, esta pérdida de valor es tan grande que puede hacer rentable pagar más por otra ruta o por otro medio de transporte mucho más rápido. Todas las mercancías siguen un ciclo como el que se muestra en este esquema:

Hay una parte del ciclo de vida que la mercancía tiene el 100% de su valor. A partir de ahí, el valor empieza a caer, hasta que llega a un valor residual. Que puede llegar a ser 0, o incluso inferior, porque hay alimentos que, al pudrirse, hay que destruir, y esto tiene un coste. La moda tiene un valor residual bajo, pero suele venderse en las rebajas con algo de valor, y la tecnología, incluso puede venderse para ser reciclado, aunque su valor habría caído enormemente. Esta variación del valor frente al tiempo hace que la decisión de la ruta de la cadena logística pueda variar: si el sobre coste de la ruta es menor que la pérdida de valor de la mercancía, sale rentable pagar un poco más.

Inditex asumió esta característica. Se autoimpuso que el fashion tendría un ciclo de 3-4 semanas y por lo tanto no podía esperar al transporte por barco, porque en ese tiempo ya habría perdido casi todo su valor. Decidió suministrar en avión, con el enorme precio que tiene eso. Pero claro, más coste es que la mercancía no valga nada. Coste vs precio, ¿recuerdan?

b) Tiempo de llegada: hay mercancías que da igual lo que tarde en la ruta, sino que tiene que llegar cuando tiene que llegar. Este caso es típico de las fábricas. No se necesitan las piezas para la cadena de montaje ni antes ni después de cuando se necesitan. Se necesitan cuando se necesitan. Tenerlo antes requiere un almacenaje que vale dinero. Tenerlo después, pararía el proceso de fabricación. Es el conocido “Just in Time”. Esto quiere decir que me da igual lo que tarde en el camino, simplemente tiene que llegar cuando tiene que llegar. Esto produce que hay cierta mercancías que “duermen” en las terminales esperando su momento, se pegan días antes de salir de ellas, porque si no se necesita, es mejor pararlas. No todas las mercancías requieren velocidad.

Esta forma del valor del tiempo se cuantifica como pérdidas de producción o como costes de almacén, dependiendo de si llega antes o después y las empresas penalizan tanto una cosa como la otra a sus proveedores logísticos. De hecho, hay veces que las empresas logísticas instalan un almacén junto a la fábrica para hacer de buffer en ese suministro y garantizar el “Just In Time”. A veces, es más barato montar un almacén que asumir las penalizaciones.

c) El tercer valor del tiempo es la rotación. Si se elije una ruta que puede suministrar cada 2 semanas, requiere tener un almacén para soportar 2 semanas de suministros. Si la ruta es semanal, pues se requiere la mitad del almacén. Si la ruta es diaria, sólo 1 día de almacén. Esta afección de la rotación es lo que hace que las mercancías se concentren en los puertos grandes, o en aquellos con conexión directa a puertos muy grandes, que tienen muchas rutas y pueden mejorar el suministro. Evidentemente, esto hay que valorarlo en función de los demás costes y precios. Si un contenedor lleno da para suministrar dos semanas y es mucho más barato que medio contenedor, pues es preferible un almacén de dos semanas a tener menos almacén y pagar más por la mercancía.

Estos tres  “valores del tiempo” son clave en la toma de decisiones, pero no sirven para tomarlos independientemente. Hay que analizar la cadena completa, siguiendo lo indicado en la entrada anterior y considerar, dentro de los costes totales, estos valores temporales. No siempre el óptimo es el que menos paga, a veces, el óptimo es el que menos cuesta. Las empresas que han visto esta valoración de la logística y están actuando así escogen rutas muy singulares, pero generalmente son las empresas que más éxito tienen, porque optimizan sus costes. Al final, como casi siempre, el éxito está en el estudio y en optimizar los procesos. Las empresas logísticas que lo entiendan, tendrán una ventaja competitiva. Es, simplemente, un problema de competencia de servicios.

5 comentarios sobre «El valor del tiempo»

  1. Juan María de la Cuesta

    Enhorabuena. La Logística siempre es mejorable. El problema es que no haya carga.

    1. mafran

      Correcto. Al final, depende de la demanda…

  2. Angel

    No me dedico a la logística, no tengo mucha idea de la misma, … pero da gusto leerte. Siempre algo interesante, siempre contado de forma amena y accesible

    1. Ana Barbeito Carrasco

      En efecto. Da gusto leerlo. Didáctico, directo, bien documentado y con una sólida argumentación.
      ¡Chapeau!

  3. Eduardo de Luque Rodriguez

    Hola Mafran, me ha gustado mucho la exposición, eres un “loco” de la logística amigo.
    Pero sabes que las variables se podrían complicar mucho, casi infinito.
    Actuar ante escenarios como huelgas, condiciones meteorológicas adversas, entradas de un mismo producto de diferentes orígenes en un mismo mercado que provocan desplomes en su valor, ….. la importancia de analizar y poner encima de la mesa toda la información a tiempo real es vital para tomar decisiones acertadas que ayuden a vendedores y compradores a conocer que esta ocurriendo, por un lado, y por otro a que confíen en sus proveedores logísticos.
    Nosotros los logísticos no compramos ni vendemos ningún producto tangible, pero el mercado cada vez nos exige que debemos conocerlos más a fondo para posicionarnos mejor como empresas de servicios. (Textiles, frutas, mariscos, MMPP, animales, industria, automoción,…..).
    Bravo Mafran, nos vemos pronto.

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